Amigas por siempre

Amigas por siempre

Melisa Milagros Almada

     

 En un lugar, muy extraño, que nunca he visto, todos me miran, porque soy nueva aquí, no me gusta este lugar, no me gusta, quiero mi casa vieja de antes. Seria lindo, volver en mi pueblo, quiero volver en mi casa, extraño mis amigos de la escuela.

-¿A dónde vamos papà? -Yo le pregunte.

-Vamos a comprar cosas que nos dijo mamà, mañana será tu cumple, vas a cumplir 14 años, ya casi serás mayor, pero no adulta.

Vuelvo ver el lugar, era grande, es buenos Aires, esto no tiene fin, vuelvo a ver… Esa cosa grande es una plaza, la mia solo era una sola plaza y aqui hay varias. Hay muchos autos, motos, que locura, quiero volver a casa.

Que grande, eso será un rio, lo que veo, pero yo tenia un lago, nada màs que eso.

Llegamos, no es por exagerar, pero yo nunca he visto esto en toda mi vida infancia.

Son muchas personas.

-¿Papà que este lugar?

-Es un supermercado hija.

Me llamo Abigail Acosta. Tengo 14 años de edad, nacì el 2000 de Octubre. Soy adoptada porque mis padres desaparecieron y nunca mas los he visto, pero ahora estoy con mis padres adoptivos, son muy buenos conmigo, le dio gracias por lo que me han hecho, los amos gracias por todos padres queridos. 

-¿Qué es esta cosa?

-Es una computadora de juguete, tu nunca viste, estas cosas, después te lo explicare bien, ahora vamos.

Niños jugando, en esa cosa rara, creo que mi padre me ha contado que se llama pileta, pero nunca he visto una, ahora que lo se, nunca he visto una cosa asi, y veo que los niños juegan con esa cosa, seria peligroso, si se caen.

-Niña!!!, ¿quieres jugar?

-¿Jugar a esta cosa?

Uno me empuja y caigo de pie, me asusto,

-Ah!!! Me da miedo.

Los niños me miran como si fuera un bicho raro, salgo a correr, y nunca vuelvo en esas cosas raras.

-Hola, ¿Qué te pasa?- Me pregunta una niña.

-Es que no soy de aquí, y creo que nadie me va a querer.

-Yo soy de aquí, y creo que alguien te va a querer, es cuestión de tiempo niña. ¿Cómo te llamas?.

-Abigail Acosta, tengo 14 años

-Yo me llamo Carlota Toro, tengo 15 años, parezco de 8 o 9 años, porque no yo soy petisa, no voy a crecer màs, pero soy feliz. Seamos amigos.

-Bueno, mejores amigas.

Salimos y vimos una catedral, no me gustaba mucho, y mas la plaza, no hay nadie, ningún auto pasa.

-Sip, da miedo, es una cantedral abandonado, nadie ha pasado hay cerca, es por eso que no debemos pasar, es peligroso.

-¿Qué le temes?

-El bosque… Hay un puerta de bosque, que si la miras bien, siempre te seguirá, no te dejara en paz hasta que entres en el. La puerta no da miedo, pero después cuando te siga, si.

-Vamos a ver, entonces.

¿Por qué?

-Viste la puerta ¿no?.

-Bueno si, y siento que me sigue, pero me da miedo entrar.

-Vamos, un amigo no debe sufrir, yo te ayudare.

-Okey.

 Fuimos en el lugar, donde debe estar el bosque, bueno, no se si era una buena idea, pero no quiero que sufra mi amiga.

-Si da miedo, mucho miedo, pero no olvides que Dios esta con nosotras.

Entramos al fin, pero nunca olvidare esto.

-Parece que ya es de dìa, pero mi padre no estaría preocupado.

-Alla afuera, esta parado, asi que tendremos tiempo, es por eso que no tenemos miedo, ni hambre nada, ni sed.

 

-AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

Gritamos ambas, del miedo, parece un árbol.

Salimos del miedo y había parada de tren.

-¿Te gustaría una manzana?

Un anciano extraño, le pregunta al niño, mientras le enseña su manzana roja.

-Oh es preciosa.

-Por favor agárrela y come.

 El niño lo agarra, lo mira con asombro.

¿Le gustaría una manzana vamos a compartirla?.

Mire al niño y lo extraño, fue que con la manzana, ahora hay dos manzana, es magia.

-Muchas gracias.

Tambien hice lo mismo, ahora hay dos mas, le sa dio a mi amiga.

-Gracias.

¿De donde salen estas manzanas deliciosa? ¡Son una maravilla!.

-Por aquí parece que las cosas simplemente crecen solas, sin esfuerzo. No es nada difícil Si siembras las semillas apropiadas, pronto las veràs florecer por si solas. 

 Le dio al niño que estaba durmiendo, el niño se despierta y me dice:

-Estaba soñando. Soñaba con mi madre. Me preguntaba si querìa una manzana grande y roja. ¡Y cuando me despertè tenìa una en la mano!, OH, TODAVÌA ESTAMOS EN EL TREN.

 Se despierta otra niña, que tenia una manzana en la mano.

¡Què manzana tan bonita! Huele deliciosa.

Vi que las personas se ivan.

-Bueno…Entonces adiós.

-Adios.

-Adios.

Aquella niña se iva, yo que quede con mi amiga, esperando.

Vimos una cruz, en el cielo, eso nos trago mucha la antencion.

Personas con trajes blanco, caminando, el tren comenzó a andar.

-Supongo...que ahora sòlo somos nonotras dos. ¡Eh, sigamos viajando asì para siempre! ¡Bueno! ¡Es estupendo! siempre estaremos juntos, ¿verdad?

Ella en vez de ponerse feliz, le sales lagrimas.

-Mmm…si me gustaría.

-Pero entonces...otra vez, ¿dònde vamos exactamente?

-Bueno…no lo se.

-¡Mientras estamos juntas!

 Ella me mira y las lagrimas siguen cayendo.

Aparece algo raro, el cielo esta todo negro, no hay nada.

-Un agujero negro, en el cielo.  ¿Què pasa? ¡Eh, no te preocupes! Ya no me da miedo la oscuridad. Pasaremos estos juntas, ¿ok?

-Sì, supongo que tienes razòn. Lo pasaremos bien.

-¿Siempre estaremos juntas, ¿no?

 No estaba, ya no estaba en la silla.

-ESPERA! ESPERA! ¡VOY CONTIGO!

-ADIÒS, AMIGA MIA.

-¡No! ¡espera!. Dijiste que estarìamos juntas para siempre! ¡lo prometiste!

 Cierra la puerta y no puedo abrirla.

-¡ABRE! ¡ABRE! ¡ABRE! ¡ABRE!

Me mira y me dice:

-Adiòs, Abigail.

 Veo como vaga en tren, mirándome y me saluda. Yo voy a sentarme y grito su nombre:

-¡CARLOTAAAAA!

MEDIA HORA DESPUES…

Bueno, no la he visto, pasaron los años y no la he visto, no se que estará haciendo ahora, pero ahora se que hace años no la he visto, teníamos 14 y 15 años y ahora tengo 59 años.

La extraño, mucho te extraño amiga

Quizas nunca te voy a ver nunca mas.

-Hija, alguien quiere verte…

-Papà, no se quièn será, pero voy a ver…

VEO A MI AMIGA Y ME EMOCIONO.

-LO SIENTO, PERO TUVE QUE IRME, UNOS DE MIS HERMANOS MENOR TUVIERON UN ACCIDENTE Y NO QUISE PORNERTE MAL. TENGO 60 AÑOS.

FIN